La casa donde fue detenido Ovidio Guzmán, quedó con rastros de sangre, cientos de casquillos y una decena de vehículos blindados con impactos de bala.
Por otro lado, el interior de la finca que tiene una extensión de 150 metros cuadrados, quedaron esparcidas decenas de casquillos y autos deportivos dañados, sin dejar de lado algunos vehículos que tienen pegadas calcomanías de un ratón.
El operativo, dejó 29 muertos, algunos miembros de las Fuerzas Armadas mexicanas y 19 a los grupos criminales que generaron los disturbios violentos. En las inmediaciones quedaron por lo menos 30 vehículos balaceados y quemados los cuales aún no se han retirado.