Nallely de León Montellano
El cambio de modalidad en clases de educación básica a raíz de la contingencia por Covid-19 trajo diversas consecuencias en el comportamiento de los jóvenes, quienes, en su mayoría han perdido las ganas, el interés y la fascinación por aprender.
La diferencia en el sistema de educación pública y privada radica en el formato de clases que implica horas y dedicación por parte de maestros y alumnos.
En el caso de educación secundaria en escuelas públicas, se habla de un total de al menos dos clases por semana con duración de una hora aproximadamente, mientras que en las escuelas privadas se establece un horario de 8 a 14 horas con intervalos de descanso, así como la revisión de trabajos y tareas y la atención que requiere cada alumno en lo individual.
Para Fernanda Rodríguez, estudiante del segundo grado de secundaria pública, no ha sido nada fácil esta serie de cambios en su sistema educativo.
Explica que, “antes de que todo esto sucediera, mi desempeño en clases era de los mejores, me gustaba asistir a la escuela, trabajar para aprender; ahora siento náuseas cada vez que intento hacer una tarea no me dan ganas, no entiendo, no me motivo”.
Asimismo, Fernanda menciona que a pesar de todo, siente gran responsabilidad y culpa por el rechazo que le genera la escuela, por lo que hace un gran esfuerzo por cumplir con las entregas de sus trabajos escolares, a pesar de no sentir motivación.
Sus calificaciones disminuyeron considerablemente, por lo que de manera alterna, ha comenzado a dibujar y a practicar otras disciplinas de arte, con lo cual asegura sentirse más tranquila y útil.
“Me gusta mucho crear imágenes a través del dibujo, siento que es más fructífero para mí”.
Regularmente, los adolescentes, suelen perder la motivación en torno al estudio cuando pasan de un grado a otro o de una escuela a otra.
En este caso, la transición repentina de clases presenciales a clases en línea a causa de la pandemia, ha afectado considerablemente el desempeño escolar de la mayoría de ellos en secundarias públicas, sobre todo en el ámbito emocional, pues es claro que la convivencia es de gran importancia para el desarrollo motriz y emocional de los adolescentes.