Por Janeth Morales
Durante la pandemia, la situación laboral para una buena parte de la población se complicó con la pérdida de empleos y la dificultad para conseguir nuevos; además, varios negocios cerraron porque la actividad que realizaban dejó de ser redituable.
Desde hace tres meses Víctor López está desempleado, la empresa de servicios mineros para la que trabajaba cerró y finiquitó a sus trabajadores.
A sus 41 años, el hombre acude a cada una de las ferias del empleo que se realizan en la capital y alrededores en búsqueda de una oportunidad laboral que otorgue los beneficios monetarios que le daba la empresa para la que dejó de laborar.
Durante esos tres meses sin percibir un sueldo, Víctor y su familia conformada por él, su esposa y tres hijos, han solventado sus gastos con el finiquito que obtuvo por años de actividad en su centro de trabajo.
En este caso destaca también la historia de Felipe, quien ha trabajado en el campo la mayor parte de su vida, sin embargo, recientemente tuvo la oportunidad de viajar a Canadá para trabajar en ese país.
El zacatecano, de 33 años, trabajó en el campo durante la temporada de cosecha en donde se desempeñó en el corte de manzanas. Las condiciones laborales en Canadá le permitieron recibir un pago de 15 dólares por hora.
Para la reactivación económica y laboral se han realizado ferias de empleo mediante las cuales varias empresas ofertan vacantes a fin de rescatar las plazas que se perdieron por la falta actividad productiva durante el confinamiento por la pandemia.