Ya no queda casi nada del nuevo centro comercial "Retroville", situado en el noroeste de Kiev y bombardeado por las fuerzas rusas el domingo por la noche, un ataque que dejó al menos ocho muertos, según un informe oficial provisional.
Bajo un toldo del que cuelgan grandes carteles publicitarios, seis cadáveres yacen en el suelo con sus pies desnudos sobresaliendo del plástico negro con el que se les ha recubierto.
Los cadáveres son todos de hombres con equipamiento militar, y dos están semidesnudos, sugiriendo que soldados probablemente estaban durmiendo allí cuando el bombardeo.
A las 22:45 h locales, un bombardeo sacudió este suburbio de la capital ucraniana y destruyó tanto el edificio como los alrededores más cercanos.
En los alrededores del centro comercial, casi ninguna ventana se salvó de la explosión y los cristales rotos cubren las explanadas de los edificios de 20 plantas.
El estacionamiento sur del "Retroville" parece ahora un campo de batalla: vehículos pulverizados, chatarra retorcida y escombros que dificultan el paso.
Del club deportivo "Sportlife" y su piscina queda, literalmente, un montón de acero y charcos de agua sucia, con trozos fundidos de poliéster aislante. El ambiente desprende un olor a quemado.
Entre los escombros, un grupo de bomberos y militares buscan a más víctimas, al pie de un edificio de diez plantas carbonizado y aún humeante del que sólo queda la estructura de concreto.
Con información de AFP
Imagen: AFP