Por Janeth Morales
Un grupo de jóvenes de la comunidad de Palmillas, situada en el municipio de Ojocaliente, logró reunir recursos para la restauración de uno de los primeros murales de Spaik Spike, como se le conoce a Israel Guerra Romero, hechos sobre adobe.
La pintura fue creada hace más de 6 años y, según el artista, el dibujo de lo que podría semejar una vaca o un toro y el becerro tipo alebrijes “representan la dulzura y el cuidado de un padre o una madre que siempre están aquí y que cuando eres niño no sabes a dónde ir, ellos tratan de guiarte de la mejor manera que hayan vivido”.
Por el cariño que el artista tiene hacia la comunidad, esta ocasión realizó un segundo mural en una casa antigua, ubicada en Avenida Juárez, centro de Zacatecas, a 50 metros de la primera obra.
Esta ocasión, se trata de dos guajolotes, animales que se encuentran en la mayoría de los hogares de Palmillas.
De acuerdo con Damián Vázquez Castillo, uno de los coordinadores “fue con el mismo presupuesto, ya que le quedó tiempo y material y se inspiró en los animales que habitan en la comunidad y que, además, le recordaron a los corrales y patios de su infancia en casa de sus abuelos”.
A base de rifas, colectas y apoyo por parte de familiares y amigos residentes en Estados Unidos se logró reunir la cantidad de 50 mil pesos, con los que se pagaron los viáticos del artista y los productos necesarios para el retoque.
Para este trabajo, fueron necesarias 40 latas de pintura en aerosol exportada de España, rodillos, brochas, escaleras, andamios y tres días de trabajo continuo por parte de Spaik.
El 11 de septiembre de 2021, el artista reconocido en varias partes del mundo, se encontraba en este pueblito plagado de historia por formar parte del Camino Real, otro patrimonio de la humanidad, ubicado a 47 kilómetros de la capital zacatecana.
Nacido en Tlaxcala, Israel Guerra Romero, mejor conocido como Spaik, forma parte de una escuela neomuralista de artistas urbanos, cuyo trabajo ha ganado reconocimiento en América Latina, Estados Unidos y Europa.
Sus imágenes poéticas y coloridas inspiradas en el folclore mexicano han llegado hasta Marruecos, además de Francia y España; sus trabajos son realizados a base de aerosoles especiales para mayor duración.
“Me sorprende hayan pasado tantos años y que esté prácticamente intacto, excepto por causas naturales. Es un deterioro más del ambiente que del maltrato de la gente”, dijo Spaik durante los tres días que estuvo en la bella comunidad.
Al hablar de su inicios, el pintor de 33 años destacó que, siendo más joven enfrentó varios problemas por grafitear en algunas zonas y que las generaciones actuales cuentan con mayor conocimiento y reconocimiento de la expresión artística.
“No tenía la calidad técnica ni intelectual para poder expresar lo que quería y obviamente eran cosas carentes de calidad; luego tuve que echar a perder mil lienzos, era inexperto, novato y era un proceso que tuve que vivir; la policía y la población en general se molestaban y muchas veces me arrestaron ya que me veían como criminal”.
Por tal motivo, el creador urbano espera que sus obras y trayectoria inspiren a más jóvenes para que valoren la vasta cultura con la que cuenta nuestro país.
“Si algún chico pasa y ve esto y se pregunta quién lo hizo y empieza a investigar del artista y ve que estuvo en tal país y tal ciudad y sabes que así se gana la vida, pues ya le cambiaste el chip y es una forma de evolucionar y de inspiración para mucha gente en todos los sentidos”, manifestó.
El artista de talla internacional dijo que este tipo de proyectos son necesarios en todas las comunidades, sin embargo, “el gobierno se olvida de la cultura en estos lugares, por eso es primordial que existan estos grupos de jóvenes”.
El retoque de la pintura necesitó de mayor financiamiento por parte de los habitantes a diferencia de la primera vez, debido a la falta de apoyo institucional, según explicó el grupo de coordinadores que son: Damián Vázquez Castillo, Lauro Vázquez Castillo, Anabel Espino Valadez, Hugo
Eduardo Medina, Rogelio Tomo Rivas, Manuel de Jesús Vázquez Castillo, Adriana Romero Pérez y Claudia Moreno Soto.
Anabel Espino Valadez dijo que “la pintura del Torito es muy conocida por las comunidades, incluso de la misma cabecera municipal; aquí se reúnen los ciclistas, entonces es un punto importante para nuestra comunidad y se hizo reconocida por esta pintura. Para mi es un orgullo, estamos contentos con los resultados”.
Otro de los coordinadores, Hugo Eduardo Medina reconoció que “ser parte de este proyecto es ser parte de la comunidad, yo no soy de aquí, soy del Pueblo Mágico de Sombrerete, tengo aquí 10 años viniendo, me siento parte de esta comunidad y me siento identificado con este mural que es parte de la comunidad y parte de mi vida”.
Por su parte, la mayoría de pobladores del lugar menciona que están convencidos que este tipo de obras, embellecen y dan identidad a esta comunidad, una de las 17 más importantes del municipio.
Sin embargo, los encargados de promover la renovación de la pintura, refieren que algunos habitantes expresaron el desinterés por la atención hacia el mural, mientras que amigos y familiares de comunidades aledañas apoyaron con lo que estuvo a su alcance.
El primer mural se encuentra en una de las paredes del Museo Comunitario Camino Real Palmillas, fundado el 20 de noviembre de 2015 en el lugar
donde estuvo establecida la primera escuela de la comunidad.
En su interior, el museo alberga una colección de objetos de la vida cotidiana, fotografías antiguas y artesanías del estado de Zacatecas; la entrada al lugar es totalmente gratuita.
Palmillas, comunidad del municipio de Ojocaliente, uno de los 58 municipios del estado, cuenta con 902 habitantes y se encuentra en el lugar número 10 en la lista de las comunidades más pobladas de todo el municipio.