Nallely de León Montellano
Para la mayor parte de la población zacatecana, el transporte público representa el principal medio de traslado hacia diferentes destinos, sin embargo, los usuarios no tienen cubiertas en esas unidades la seguridad requerida en tiempos de pandemia, acorde con las normas de higiene impuestas por autoridades de salud.
Especialmente, entre las 14 y 15 horas, el número de pasajeros incrementa, pues es en esos horarios que la ciudadanía emprende numerosos traslados hacia la oficina, el hogar o la escuela.
La llamada hora pico nos prueba que en el caso del transporte público se rompen todas estas normas, pues es claro que, salvo el uso obligatorio de cubrebocas que portan algunos operadores de algunas unidades, no existe ningún protocolo de higiene que garantice un estado de salud óptimo a los pasajeros.
En los horarios mencionados, las unidades de transporte urbano se ven repletas de personas entre las que van en asiento y las que tienen que viajar a pie y, para quienes el interior de las unidades no existe material desinfectante, lo que ocasiona que pasamanos y asientos contengan millones de bacterias o virus.
Ante la falta de alternativas, quienes hacen uso del transporte público tienen que arriesgar a contagiarse de Covid-19 mientras se trasladan a sus destinos y, por ende, generar una cadena de transmisión entre sus familiares.
Aunado a esto, la pandemia orilló a los concesionarios a establecer un nuevo horario de servicio, mismo que da inicio a las 7 de la mañana y concluye a las 20 horas, lo cual acorta las opciones de los pasajeros, unido a las pocas unidades de transporte público.