AFP
El presidente francés, Emmanuel Macron, enfrentó este jueves de nuevo cientos de manifestantes durante una visita a un centro educativo en el sur de Francia, donde las fuerzas de seguridad confiscaron cacerolas para evitar protestas ruidosas.
La visita al colegio de secundaria Louise Michel de Ganges, al norte de Montpellier, es el segundo desplazamiento público de Macron desde la promulgación el sábado de madrugada de su impopular y contestada durante meses reforma de las pensiones.
El mandatario liberal, de 45 años, ya fue acogido con abucheos y caceroladas en Sélestat, donde había reanudado sus visitas por Francia con el objetivo de defender su plan de 100 días para superar la crisis social y política que generó su reforma.
"Los huevos y las cacerolas sirven sólo para cocinar en mi casa", comentó Macron a su llegada a Ganges durante una conversación con el diputado izquierdista Sébastien Rome, que le aseguraba que la "resistencia" estaba "un poco más lejos", aunque "no se la oyera".
En la mañana, el prefecto de la zona prohibió los "dispositivos sonoros portátiles", por lo que los gendarmes confiscaron cacerolas a los manifestantes y los mantuvieron bastante alejados de la delegación del presidente, usando incluso gases lacrimógenos.