AFP
Incluso en un día entre semana hay colas frente a la taberna vegetariana Izakaya Masaka de Tokio, entre ellos muchos turistas curiosos por probar las versiones sin carne de clásicos de la gastronomía japonesa como el pollo frito o las gyozas.
Mientras millones de visitantes saborean la cocina japonesa, rica en pescado y carne, los veganos y vegetarianos disponen de menos opciones para escoger.
Pero ahora, Tokio y otras ciudades niponas quieren demostrar que la prestigiosa gastronomía del país también puede satisfacer a quienes no comen carne.
Tina Bui, una vegana de 36 años de San Francisco, asegura que tenía mucha ilusión por probar el pollo frito con soja "karaage" en Izakaya Masaka.
Sin embargo, lamenta que las opciones vegetarianas en Japón son limitadas comparadas con Estados Unidos, "solo las justas para sobrevivir" un viaje corto.
El gobierno de Tokio ha organizado seminarios para restauradores y ha enviado expertos a los locales para ayudar a introducir alternativas para ingredientes básicos como los copos de pescado seco o el caldo de cerdo.
Ninna Fujimoto, del gobierno metropolitano de Tokio, dijo a la AFP que la capital quiere ayudar en esta adaptación a los turistas ampliando la oferta gastronómica.
Así, ofrecen subsidios para obtener certificados para restaurantes vegetarianos y dispone de dos cocineros de comida sin carne como "embajadores turísticos".
Uno de ellos es Katsumi Kusumoto del restaurante Saido, que sirve versiones veganas de platos clásicos como una anguila a la brasa hecha de tofu y verduras.
"En Tokio, hay muchos restaurantes con estrella Michelin, la ciudad que más tiene en el mundo. Pero comparado con otras ciudades, Tokio tiene muy pocos restaurantes veganos y vegetarianos", dice a la AFP.
Es "triste" que tanta gente se vea excluida de la escena gastronómica de Tokio, dice Kusumoto, que suele hacer demostraciones de cocina vegetariana en su papel voluntario de embajador.