Las Piezas del Ajedrez
Por Efraín Esparza Montalvo
Con el retorno al semáforo epidemiológico en color verde y gracias al interés de la inmensa mayoría de los zacatecanos que acudieron puntuales a la cita para ser inoculados en contra del Covid-19, y a la disciplina en su comportamiento para acatar las medidas sanitarias recomendadas por las autoridades, por fin el pasado lunes 21 de febrero los estudiantes zacatecanos de todos los niveles regresaron a sus clases presenciales, luego de casi dos años de recibir la enseñanza en forma virtual, a través de distintas plataformas; el hecho, vale decirlo, merece un reconocimiento pues, parece que por fin, hemos derrotado a la pandemia.
Es cierto que no todo está ganado pues el bicho continúa entre nosotros y por lo mismo las medidas de protección, pero siempre causa alegría mirar a nuestros niños y jóvenes, enfundados en vistosos uniformes, caminando por las calles de la ciudad y haciendo relajo –propio de su edad–, pues ellos son el alma de la sociedad y el espíritu que nos llena de paz y de tranquilidad. ¿Quién no se siente feliz cuando mira que ellos lo están? Devolverles la esperanza a nuestros niños con el regreso a clases, significa que también los adultos debemos estar contentos pues, entre tantas malas noticias de los últimos meses, por fin obtenemos un sonado triunfo.
Y vaya que lo es, porque el regreso a las aulas significa la reactivación de la economía, el resucitar de nuestra vida cotidiana, y algo todavía más importante: la convivencia entre todos nosotros, pues como es sabido, la pandemia nos robó el contacto, el saludo de mano, el abrazo, el beso, el fraternizar; lo que supuso un alejamiento incluso con nuestros familiares, que urgentemente tenemos que recomponer.
No estoy sugiriendo que practiquemos todo eso pues existen restricciones que tenemos que cumplir, lo que estoy diciendo es que el retorno a las aulas es un gran paso, quizás el más importante, para que en breve recuperemos la normalidad que tanto anhelamos, y que todas y todos volvamos a ser los mismos que éramos antes de la pandemia.
Por lo pronto, medio millón de estudiantes de los niveles básico, medio y medio superior con sus respectivos maestros, están de vuelta en las escuelas con lo que eso significa; la acción es preponderante si consideramos que el movimiento que dicho sector de la población genera en Zacatecas, es sin igual: más circulante, más flujo social, más movimiento de mercancías, más actos de comercio, más intercambios de todo tipo; en pocas palabras, más economía.
Así, y con el buen ritmo de la campaña de vacunación y el cuidado personal de cada uno de nosotros, pronto veremos de regreso nuestras fiestas religiosas, nuestros festivales, nuestras ferias, nuestros convivios familiares, y nuestros abrazos que tanto necesitamos. El retorno a las escuelas es apenas el primer paso, pero el más importante por el volumen de personas alrededor de él. Mi recomendación es disfrutarlo y hacerlo responsablemente para no retroceder; recuerde que somos nosotros los portadores y trasmisores del virus, y si bajamos la guardia, más tiempo nos llevará recuperar la tan anhelada normalidad.
Hasta la próxima.